SEWELLINOS RECORDARON LA VIDA EN EL EDIFICIO 118
Mario Aguirre escribe: A propósito de la Srta Isidra, supongo que me toca a mí recordar a los personajes del edificio 118 donde yo viví hasta los 16 años de edad. La Srta Isidra, quien fuera una de las últimas personas en abandonar el campamento según tengo entendido, atendía su Depósito de Lanas junto a su hermano “el señor Ascárraga” quien vendía allí mismo revistas y diarios. Recuerdo el Depósito de Lanas con una atmósfera especialmente cálida y soporífera. El ritmo y la voz de la Srta Isidra eran cansinos y acompasados. Subiendo por la entrada contigua, en el segundo piso vivía el Sr. Joaquín Ruz que trabajaba en el Banco de Chile. También vivió en ese piso el señor Pacheco (don Guillermo Pacheco) quien fue Director de la Escuela Industrial, eterno soltero. Además, vivía la familia Tornería. El papá Tornería trabajaba en el Banco del Estado. ¿Había dos niñas Ana y Cecilia? y el Javier, nuestro gran amigo Javier con quien jugábamos a la pelota tardes interminables en la “cancha” de los columpios detrás del Edificio de la Panadería y con quien intercambiábamos revistas Barrabases, Batman, y otras colecciones… ¡Vamos Javier, conéctate con nosotros desde Graneros!… En el tercer piso vivíamos nosotros y otras personas que trabajaban al parecer en la Mina, de quienes no retuve los nombres. Solo recordamos con mi hermano Ariel, a un chico que vivió un tiempo al lado, a quien llamábamos cariñosamente “Cabeza de Hipopótamo”. En el tercero vivió la señora Violeta profesora de la Escuela 11, casada con un “químico”. Vivieron también los Bravo. El señor Bravo era practicante del Hospital y lo recuerdo siempre con su sombrero bajando las escaleras. Lo veíamos cuando jugábamos en el pasillo de la casa con Ariel. Recuerdo al Lucho (amante del Jazz, al igual que sus vecinos de abajo…), Carmen (quien recuerda a Pablo) y Gloria que se sentaba en las escalas a mirar como jugábamos a la pelota). Bajando la escala contigua al Depósito de Lanas estaba el Almacén Central de los Rojas. Fernando algún día describirá algo de este lugar? En la segunda entrada del Edificio, al lado de la Panadería donde vendían en verano exquisitos helados de crema o de agua, recuerdo al “Castillo”, un cabro algo mayor que nosotros que nos amenazaba con palizas cada cierto tiempo. También vivió en aquel sector del Edificio Doña Ernestina Aranda, profesora. Y de la 1º entrada al 118, la más cercana a la Estación, solo recuerdo a la familia Guerra, con el Pancho Guerra y el Gerardo (Yeri), que tengo entendido eran primos de los Slater. También había un restorán (o comedores) allí en dicha entrada, donde “Barrientos”. Y abajo, al lado de la Estación, el gran Almacén Sewell, que ya ha salido a colación en esta red memorial de sewellinos. No puedo dejar de recordar las vitrinas de víspera de navidad del Almacén Sewell que exhibían tesoros que activaban anhelos y sueños infantiles. Recuerdo especialmente una “micro” de lata con sus pasajeros pintados en las ventanas. ¡Que alguien convoque al Javier Tornerías a este círculo de emociones!! Un abrazo para todos.
Pablo Aguirre escribe: Agrego datos a tus recuerdos Mario, en esos lugares específicos del edificio donde vivíamos. La Srta Isidra y el Sr Ascarraga eran parientes también de los Guajardo, que vivían en el 108. Yo era compañero de Miguel en el colegio. En el 118, en la entrada nuestra al lado del depósito de lanas, comencemos por el tercer piso: el químico del que hablas, marido de la Sra Violeta, era el Sr Sánchez, papá del Rauli Sánchez (Raúl, por supuesto). También en ese piso vivían los Luco y las hijas se llamaban Gladys y Silvia. De los hermanos Bravo te faltó Nelson, que creo es ahora dentista. Y en el piso de abajo, la hermana de la Ana Tornería se llamaba Mireya. Pero ahí también vivieron los Moncada y Hugo Moncada se acaba de comunicar conmigo. De la entrada de al lado de la panadería me acuerdo de Daniel Miranda, de mi edad más o menos, y de la de más abajo, de Segundo Iriarte, de la misma generación. En mi época el dueño del almacén Sewell era Sr Fernández y el hijo de mi edad, Julio, pololeó con una de las hermanas Villegas. El almacén Central era de los Rojas. De los hijos, tú eras amigo de Fernando y yo de Eduardo, el mayor. La Vicky Rojas fue mi primer flechazo amoroso a los 12 años. Otras hermanas eran Eliana, Cristina y Margarita. También había un tercer hombre, Ernesto. Estos son algunos de los personajes que quedaron firmemente impresos en la memoria. ¿Será posible comunicarse con algunos de ellos?
Rodrigo Hermosilla escribe: En el mismo 118 vivió la familia Lavarello, recuerdo a uno de los hijos: Carlos que estaba en la escuela 27, creo que era compañero de Claudio y Mario. La familia del Sr Caro (peladito). La familia del Sr López que era “Guaren”, como le decían cariñosamente a los que trabajaban en la bodega; su esposa era modista: la señora Cruz y por supuesto su hijo Juanito quien es médico. También recuerdo a los Luco, de quienes recibí como regalo una flamante pala de metal recién pintadita, hecha a la medida de mi corta estatura (6 anos), en la maestranza……Como no recordar a los Castillo, que tenían dos hijos según recuerdo, el mayor, más o menos de la edad del Pablo y de mi hermano Mauricio y el chico que era un matón de 7 suelas que aterrorizaba a todos los niños (más chicos que el), en toda esa comarca…Mario, tu no eras el único que vivió sus amenazas…..si no hubiera sido por el “Castillo grande”, quien sujetaba los bélicos impulsos de su hermano, quizás cuántos habríamos sucumbido bajo sus manos….
La panadería que mencionas era conocida como “Puesto de Pan”, para diferenciarla del edificio donde se fabricaba el pan, descrito por Alex Arce en otro mail, y que quedaba detrás del edificio 118. No recuerdo para nada al español que mencionas, pero sabes que, con todos los recuerdos que van llegando es posible que alguien lo sepa.
Ahhh, casi siento el aroma de los canastos con pan que llegaban ahí, cargados a “lomo de hombre” con las hallullas y el pan francés o marraquetas recién sacadas del horno…..
Rodrigo
Hugo Moncada escribe: Los dueños de la Panadería Sewell desde un principio eran unos españoles de Rancagua, pero ellos dejaron todo en manos de mi amigo Medardo Fuentes. Ahora Medardo está de administrador de la pastelería y panadería Reina Victoria en Rancagua.
Alex Arce escribe: También en el 118, por la entrada de los Lavarello y de Segundo Iriarte, vivían los Guerra Slater. Gerardo (Gueri) falleció muy joven en un accidente de auto en Viña. El Tío Pancho también falleció, hace unos diez o quince años. Pancho, la última vez que lo vi era el jefe de Educación Física en el Country Club de Coya.
Alejandro Arce
Pedro Zúñiga escribe: Veo que no se recuerdan de los hermanos Escobar, que si mal no recuerdo vivían arriba de Javier Tornería. Por los nombres solo me acuerdo de Víctor, su papa era jefe en el depto, Construcción y Mantencion (CyM).
Me recuerdo que con ellos éramos acólitos del padre Sanchez, se recuerdan de el?. Parece que no, ya que en sus relatos no lo he escuchado a nadie, y que choro era el cura. Con Víctor y su hermano, nos peleábamos la misa de 11, y era porque había una hermosa niña que iba a misa a esa hora. recuerdo que su nombre era Bárbara. ¿Qué será de ella?. Chao.
Gloria Bravo escribe : Se acuerdan de la plaza también con carrusel detrás del 118 y que también había un camino hacia el colegio (27) subiendo la escalera.
Uds. creen que solo el “castillo” era peleador? No se acuerdan de las hermanas, yo les tenía miedo y si ellas te veían mirando por las ventanas que daban al interior de los dos edificos 118 te decían todo el rosario de garabatos posible.
A propósito que alguien se acuerda de la familia Caro, por casualidad alguien conoció a una familia Fredes que vivía abajo de los Caro, yo era amiga de Chary, el hermano mayor era Quique, luego Caño después de Chary estaba Dito y Cecy, la mamá era alemana y super estricta.
Cariños de Gloria
Gloria Bravo escribe otra vez :
Por fin aparecieron mis amigos y vecinos Pablo y Mario Aguirre, los había extrañado. Estimado Pedro no me acuerdo de ti, pero me sumo a los recuerdos de Uds. porque les tengo novedades.
a) Los hermanos Escobar eran mis vecinos, Víctor e Iván, además había una hermana Lily de la misma edad mía, con quien fuimos grandes amigas, lo seguimos siendo pero nos vemos de vez en cuando. Viven en Rancagua.
b) La familia Tornería eran Ana, Mireya (de la época de mi hermana Carmen) y Javier con quien compartí muchos de mis juegos y la tía Anita (su mamá), que me cuidaba como a su hija, ya que mis hermanos estaban en Santiago y Rancagua en internados y mi mamá pasaba muchos meses cuidando a su padre gravemente enfermo de tal manera que yo me la pasaba con ellos.
Mi hermana Carmen estuvo de visita en Febrero (vive en Noruega), y viajamos a Graneros a encontrarnos con la familia Tornería con quien no nos veíamos hace casi más de 20 años, pero siempre estábamos en contacto telefónico; y allí nos tenían también la sorpresa que estaba la Sra. Escobar mamá de Víctor, Iván y Lily.
Les comento que Iván falleció (muy joven), hace como 4 años de un ataque al corazón y el Sr. Escobar falleció hace 2 semanas de cáncer, a pesar de todo eso no les puedo explicar la de abrazos, besos, lágrimas y montoooooones de recuerdos de Sewell, los primeros pololeos, malones, las rogadas a los papás para poder salir, también nos mataron a tallas de todas las locuras que se nos ocurrían hacer con Javier que para nosotros aún es Javierito.
Ana es profesora en el Instituto Inglés de Rancagua, Mireya es profesora de 1º y 2º básico en Graneros y Javierito trabaja en la Municipalidad, Ana y Mireya ya son abuelitas. Lily Escobar trabaja hace como 30 años en Nestlé en Graneros y Víctor no logré captar que hacía, de ellos solo Iván se casó y dejó 2 hijos.
Por supuesto en ese encuentro nos acordamos de la familia Sanchez, la sra. Violeta, Raúl vive en Rancagua así también “Pelu” que es dentista en Rancagua y Mireya que estudio en las Monjas en Rancagua. Silvia y Gladys Luco eran de la época de mi hermana, el menor Fernando era el amigo mío ellos vivieron en la casa adonde llegó la familia escobar arriba mencionada. Efectivamente Mario los dos vecinos de Uds. no formaron parte de nuestro cuento, si me recuerdo de lo de “cara de hipopótamo”
y no se acuerdan de los Huerta, la Madianita por Ej. Sé que el papá murió hace ya tiempo, pero a la mamá la vi varias veces en Providencia durante el 90 al 95.
Alex García escribe: Mil gracias, por minutos volví a vivir intensamente en ese lugar y a ver a todos los personajes del 118 que se mencionan ahí. Y me acordé también de unos helados rectangulares que vendían en el puesto de pan, que venían entre galletas oblea… Y de varios tipos de pasteles, entre otros los “cachitos”, que me encantaban. Todas mis revistas (tenía una colección grande) se las compré al Sr Ascárraga, al lado de la entrada a nuestro departamento. En cambio, el “Okey”, semanal, tenía que ir a buscarlo donde el Sr Manríquez que tenía su librería frente a la Plaza Morgan. Su señora era la farmacéutica dueña de la “botica”, al lado o casi al lado. Se me olvidó su nombre… pero me parece verla… ¿Alguien sabe algo de Segundo Iriarte?
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